Orígenes del Pueblo

 
     
 

Torreandaluz en el Diccionario de Pascual Madoz (1845)

 
     
 

Iglesia de Sto. Domingo de Silos

 
     
   
     
   
 

 

 

Orígenes del Pueblo

   

Torreandaluz en el Diccionario de Pascual Madoz (1845)

Torre andaluz (La)   (Articulo Original)

Lugar con ayuntamiento en la provincia de Soria (6 Leguas), partida judicial de Almazán (4), audiencia territorial y capitanía general de Burgos (24), diócesis de Osuna (4).

Situado en una pequeña cuesta con buena ventilación y saludable clima. Tiene 50 Casas; la consistorial; escuela de instrucción primaria frecuentada por 30 alumnos, dotada con 35 fanegas de trigo; iglesia parroquial (Sto. Domingo de Silos) servida por un cura y un sacristán.

Termino: confina con los de Fuentelarbol, Rioseco, Escobosa, Valverde de los Ajos y Valderodilla; el terreno en su mayor parte es llano y de buena calidad; le baña un arroyo que se forma de un manantial llamado el Ojo, que impulsa 3 molinos harineros.

Caminos: Los locales y los de carretera que conducen a Madrid y al puente de Ullan.

Productos: Trigo, centeno, cebada, avena, legumbres y pastos, con los que se mantiene ganado lanar, de cerda, mular, yeguar, vacuno y asnal.

Industria: La agrícola, recriación de ganados y 3 molinos harineros.

Población: 26 vecinos, 94 almas.

Cap. Imp: 63,084 reales, 26 maravedíes.

Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y
 sus posesiones de Ultramar

Por Pascual Madoz
Tomo XV Pág. 72
Madrid 1849

Notas

PASCUAL MADOZ (1806-1870) fue un político de ideas progresistas, además de escritor, que llegó a desempeñar el cargo de ministro de Hacienda. Su famoso "Diccionario geográfico, histórico y estadístico de España y sus posesiones de ultramar" se publicó entre 1847 y 1850 y es una descripción completísima de la España de la época.

REAL y MARAVEDÍ eran las monedas usadas en España en esta época. El real, también llamado real de vellón, era de plata y tenía un valor de 34 maravedíes, equivalente a 25 céntimos de peseta.

LEGUA y VARA eran las medidas usuales de longitud. La legua, equivalente a 5.572 metros, constaba de 20.000 pies ó 6.666 varas, ya que cada vara equivalía a 3 pies; por lo tanto una vara equivale a 84 cm. aproximadamente.

   

 

Iglesia de Sto. Domingo de Silos

    Iglesia de Santo Domingo de Silos, con puerta y torre románicas y una parte gótica. La maciza torre a los pies, es de planta rectangular y aparejo de sillería, dividida en dos cuerpos mediante una sencilla imposta. En cada una de sus caras hay dos huecos de medio punto, salvo en la E., que solo hay uno de mayor tamaño. Hoy están cegados hasta el arranque de los arcos. La portada original en el lado sur, es de mediados del XII y una de las mejores de la provincia. El porche moderno que la cobija, está precedido por un cuidado jardín. Muy abocinada y con cuatro arquivoltas: abilletada la mas exterior y las siguientes de doble zigzag con bezantes, baquetonada y lisa. Apean sobre dos parejas de columnas de rechonchos fustes y otras dos de jambas acodilladas que se intercalan entre las columnas; todo ello sobre un podio corrido.

   Los capiteles de grandes proporciones representan de izquierda a derecha: Cuatro músicos con grandes túnicas, uno tocando el arpa, otro el laúd y los otros dos el rabel, el ábaco abilletado; Sansón desquijarando al león en una cara y una arpía alada de aire silense en la otra, el cimacio con roléos; Grandes palmetas y el cimacio liso; Torneo entre dos caballeros, tema ya visto en Tiermes y Caracena, pero esta vez sin yelmo, sin escuderos y con gualdrapas en los caballos, el ábaco ajedrezado. Se ven las armas de la familia Fonseca.

   

El Avisador Numantino

SORIA. – Jueves 29 de Octubre de 1903
AÑO XXV. – (2ª. Época). – Número 2.287
Número suelto, 5 céntimos
Se publica los jueves y domingos.

EL AVISADOR por la provincia.

TORREANDALUZ

Nada notable ni curioso que llame la atención del lector podrá figurar en la descripción del pueblo de Torreandaluz dada su escasa importancia entre los de la provincia y la obscuridad de su origen é historia mal conservada por la tradición.

No obstante, me decido a narrar, aunque en extractado y ligero bosquejo y a grandes rasgos, lo más importante que de él pueda anotarse, bien con respecto a su posición topográfica, bien atendiendo a las costumbres de sus moradores ó a las producciones de su suelo y demás apuntes adecuados al objeto de este mal pergeñado escrito; debiendo hacer constar que al autor de él no le ha sido posible consultar los archivos parroquial y municipal por hallarse ausente de la localidad á que se refiere, en los cuales hallar pudiera alguna luz con que ampliar más extensamente la descripción que se propone, aunque supone que aquellos le proporcionarían labor infructuosa por hallarse la mayor parte de ellos incompletos y exhaustos de datos a propósito a tal fin.

Por tanto, la descripción que hace es ateniéndose á la tradición verbal conservada por las personas más ancianas ilustradas del pueblo, y bajo su más fiel y sano criterio, teniendo presente cuanto él ha visto y oído en su edad infantil y de la juventud y cuanto puede deducir ahora en la de la reflexión, procurando en todo complacer en cuanto le sea dable a los lectores de este bisemanario y a los honrados vecinos de Torreandaluz, sumando también , en lo que a su alcance está, la mayor parte de datos verdaderamente exactos que puedan figurar en los anales del AVISADOR NUMANTINO, a quien dedica este humilde bosquejo. Según las versiones más fundadas, cabe suponer que Torreandaluz ó Torre de Andaluz, como indistintamente se le escribe y nombra, deba su nombre etimológico á que en su iglesia parroquial existe una esbelta torre de forma cuadrada que llama la atención, la cual haya podido dar el origen y fundamento a la primera parte de su nombre ó sea «Torre» y su calificativo ó segundo componente «Andaluz», ó de Andaluz, á la preponderancia que haya podido ejercer en algún tiempo el pueblo de este nombre, dada la importancia que se le atribuye tuvo en la antigüedad, pero tales suposiciones pueden dar motivo de dudas, si se tiene en cuenta que Torreandaluz perteneció acaso al Ducado de Abrantes, (1) y que en la actualidad aún figura como uno de los pueblos de la disuelta mancomunidad de Villa y Tierra de Fuentepinilla, punto donde residió el que ostentaba aquel titulo.

Ocupa el caserío el extremo de una colina poco pronunciada y parte de su base por el Sureste que desciende en suave declive hasta formar una llanura no muy prolongada. Al Norte y Oeste del caserío hay numerosos huertos que producen hortalizas existiendo en ellos algunos frutales, especialmente nogueras, así como también arbolado de chopos y olmos regados por un riachuelo llamado del Badillo, el cual recoge las aguas de la fuente llamada «El Caño», de la que se surte el vecindario, y en unión de la muy poca que baja de su nacimiento proporciona alguna fecundidad a las hortalizas y arbolados ó al terreno que los produce.

Las viviendas ó casas, aunque no de esmerada construcción, puede decirse que son dignas moradas de los seres que las habitan, excediéndose algunas en solidez y comodidades, y en el centro de ellas y punto más visible se destaca la iglesia parroquial de Santo Domingo de Silos, rodeada por el Sur y Oeste de un anchuroso cerco cerrado de piedra con barbacana y puertas de hierro que hasta hace poco más de medio siglo fué cementerio católico. En el exterior del edificio, que es de regular construcción, nada notable aparece a la vista del espectador, sino que la soberbia torre, edificada sólidamente de piedra sillar a la cual, dado el gran espesor de sus muros, aún por la parte más elevada pudiere dársele algunos metros más de altura, con cuya mejora se divisaría desde su cúspide una extensión muy considerable de terreno, como también un atractivo y hermoso paisaje
.
Sobre la puerta de entrada del templo, precedido de un extenso pórtico, existe un arco de orden gótico que mirado con alguna atención no puede menos que verse el gran mérito que encierra. En su parte interior nada notable se ofrece, pero tiene retablos de algún mérito artístico y muy principalmente el mayor donde se exhiben la imágenes de Santo Domingo de Silos y la de Nuestra Señora del Olmo (2), a la que dedica el pueblo solemne fiesta en los días 24, 25 y 26 de septiembre de cada año.

Se ve fuera del retablo la imagen de San Blas, al que también celebran fiesta solemne el día 3 de Febrero en que se venera y adora una diminuta y hermosa reliquia, en la que se dice hay contenidos pequeños fragmentos de huesos de aquel Santo. Asimismo no se deja de advertir en el interior del templo su buen estado de adorno y conservación, debido a la religiosidad de los fieles del pueblo, y no menos al celo que por ello demostró el párroco D. Eugenio Vélez (q. e. p. d.) precedido del de sus sucesores que en nada ha desmerecido ni desmerece.

A pocos metros de distancia, por el lado Oeste de la torre de la Iglesia y dentro de la extensión del ya referido antiguo cementerio, existen las ruinas de una iglesia ó ermita sin techumbre su mitad, y el resto formando edificio aparte aunque contiguo, se halla cubierto de su correspondiente tejado y destinado a granero de los caudales que, de Pósito y para beneficio de los vecinos, posee el pueblo.

En la parte interior nada que llame la atención del curioso se advierte, pues su construcción es humilde y de escaso mérito no recordando nadie el origen, destino, ni causas de hallarse en tan lastimoso estado el templo de referencia.

También existe un hermoso frontón ó juego de pelota situado en la plaza principal, el que, en el año 1896 fue construido a expensas del acaudalado comerciante D. Romualdo de Gracia, residente en la ciudad gaditana é hijo del pueblo, al cual, dicho señor demostró con tan loable acción el inmenso cariño que a sus moradores profesaba, cuya donación ellos también agradecieron y agradecen, conservándose recuerdo que será imperecedero á quien con tanto gusto y generosidad legó prenda tan estimable, con la que la juventud del sexo masculino se distrae en los días festivos, sirviendo, a la par, de distracción a los que no son aficionados ó no pueden ejercitarse en tan recreativo juego.

Llama la atención de cuantos lo ven, un manantial de agua potable que existe en el término de este pueblo, denominado «El Ojo», el cual tiene unos 14 ó 15 metros de diámetro, siendo de forma circular y al decir de algunas gentes carece de suelo, pero en honor a la verdad se hace constar que siempre se le ha atribuido una profundidad fabulosa, hasta hace pocos años que fue sondeado por algunos curiosos y resultó que no tenía más de 9 ó 10 metros, pero creyendo existen en el grandes cuevas ó solapas á juzgar por otros ojos más pequeños que existen en su alrededor. Refiérese en el pueblo que en las inmediaciones del expresado Ojo y en una prominencia que hay un pequeño llano, ha existido un caserío llamado San Miguel, cuyo nombre aún se le da a la llanura, en la que se encuentran fragmentos de teja, ladrillo y de basija, refiriéndose también que cuando estuvo poblado y en ocasión de hallarse trillando cierta joven con una pareja de bueyes, estos, sofocados por el calor y obligados por la sed viendo tan próxima el agua, corrieron con tal velocidad que no dieron lugar á salir del trillo a la joven, la que pereció ahogada con la yunta que se arrojó al manantial y que de sus profundidades no salieron unos ni otra, ni vestigio alguno, siendo tal desgracia causa de despoblarse el corto caserío de San Miguel.

Con el caudal de aguas del Ojo aún hay sobrante para dar continuamente impulso a un molino harinero que á menos de medio kilómetro de su nacimiento se halla situado. Al mencionado Ojo se le atribuye influencia para recargar de piedra los nublados, siendo él causa de los pedriscos que caen en los pueblos situados á su N. E., aunque esto no lo creemos todos.

Partiendo desde el molino y en dirección E. da principio el terreno denominado Prados Secano y Regado (3), divididos ambos por el río del Ojo y que se extiende hasta la dehesa de Fuentepinilla, ocupando una superficie de más de 20 hectáreas, hallándose en cultivo para cereales. En algún tiempo fueron tales prados en estado natural, propiedad de la Mancomunidad de villa y tierra de Fuentepinilla, en los que pastaban los ganados de los pueblos que formaban la mancomunidad, habiendo quien recuerda haber visto en ellos numerosos rebaños de merinas. Después fueron vendidos á un rico propietario, el cual los roturó y puso en labor, obteniendo en los años que los cultivó abundantes cosechas de cereales hasta que él los revendió a los vecinos de Torreandaluz que aún los poseen divididos en un sinnúmero de parcelas, y de los que, en los primeros años de cultivo, también recolectaron muy buenas cosechas pero en la actualidad es terreno infructífero, por lo que obtendría más rendimientos si los dejaran yermos para que sus pastos los aprovechase la ganadería, que demasiado carece de ellos y que los mencionados prados producirían en abundancia por ser á propósito su clase de terreno á producir mucho pasto.

Las producciones del término de este pueblo, clasificado en de 1.ª, 2.ª, 3.ª, son cereales en abundancia y de buena calidad, en algunas legumbres, patatas y hortalizas. Sus habitantes, destinados todos á las faenas de la agricultura, á la que se dedican con ilusorio afán, están muy satisfechos de los rendimientos que obtienen, pudiendo asegurar que no envidian á ningún pueblo de esta provincia en abundantes y buenos cereales, lo cual es causa de que todo el vecindario se encuentre en desahogada posición, envidiando únicamente á aquellos pueblos que tienen monte con abundancia de leña, finca de que ellos carecen.

Su carácter es algún tanto reservado, pero de trato afable y nobles sentimientos, muy frugales é inclinados al trabajo, siendo también sus costumbres modestas como así su modo de vestir, tanto en el sexo masculino como en el femenino.

Las diversiones que les distraen son el juego de pelota, algo el de calva y poco el de barra; y con respecto á los de naipes únicamente al guiñote, brisca y julepe, este último es el del sexo femenino, y el de bolos. La juventud se recrea en los días festivos, además de en los juegos dichos, bailando la clásica jota al compás de alguna pandereta ó á los acordes de algún organillo ó guitarra, esta última tañida por el muy simpático señor Cholote (4), á quien le suplico me dispense si le causo ofensa al hacer mención de él, pues en ello me complazco.

Dista el pueblo de la capital de provincia unos 43 kilómetros; del Burgo, á cuyo obispado pertenece, 22; y de Almazán, de cuyo partido judicial depende, 38.

Es agregado de Valderrodilla, de cuyo municipio forma parte, y como tal agregado, la autoridad civil en él se halla representada por un alcalde pedáneo, que lo es en la actualidad D. Casimiro Maqueda, y dos vocales de Junta administrativa que son los Sres. D. Nicanor Muñoz y D. Andrés Bravo (5).

La dirección espiritual está bajo el celo del ilustrado y virtuoso sacerdote D. Elías Nuño de Miguel.

Respeto de instrucción puede decirse que será muy raro el que exista algún analfabeto, debido al celo desplegado por el ya sexagenario profesor de primera enseñanza D. Francisco Hernández, que ha más de treinta años que se encuentra al frente de la escuela única de ambos sexos existente en el lugar.

Termino este desaliñado escrito rogando desde estas columnas á cuantos se dignen leerlo me dispensen por las faltas de que adolezca, por lo que les da gracias numerosas

Mariano Ballano.”

Sic

Nota sobre el autor:

Mariano Ballano era, por los tiempos de este escrito, maestro en Bayubas de Arriba. Una hermana suya, Antonia Ballano, casó con Félix Mínguez (Filorras), natural de Tajueco, y tuvieron cuatro hijos: Florentino (que casó con Rufina Romero Maqueda); Victorino (que casó en Escobosa); Pedro, que murió en África; y Felipe, que casó con Aúrea Muñoz.

Y además:

Volver arriba (1) El Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de Pascual Madoz (1845-1850) dice, entre otras cosas, que la Villa de Fuentepinilla tenía “40 casas de bastante buena construcción, en particular una del Duque de Abrantes y otra de los Mayorazgos de Viduarres”. Hasta la llegada del Nuevo Régimen (1834), Fuentepinilla fue Villa de Juridisción en la que se llevaban a cabo todos los actos jurídicos, pleitos, registro de propiedades, etc.

Volver arriba (2) Se dice en este artículo que la patrona del pueblo era la Virgen del Olmo. Es curioso ya que en los papeles que tengo yo de la familia, algunos de los cuales datan de 1805, se habla de esta Virgen. Concretamente en los testamentos se dejan cantidades de dinero para misas y se encomiendan a la Virgen del Olmo; está claro que en algún momento se cambió la advocación de la Virgen por la actual de la Merced, ignorando cuándo y porqué.

Volver arriba (3) Los Prados Regado y Secano eran propiedad de la mancomunidad de Villa y Tierra de Fuentepinilla que, hasta la organización actual por provincias llevada a cabo en 1834, venía a ser como la cabeza de un Partido Judicial actual. Con la desamortización de Mendizábal (1855), el Estado, que estaba en la ruina, vendió al mejor postor los bienes comunales y propios para conseguir dinero para la Hacienda Pública. El Prado Secano fue adquirido entre varios de los vecinos de Torreandaluz y Valderrodilla a un vecino de Soria que, a su vez, lo había comprado al Estado. Te adjunto la primera página del documento original donde figura la relación de los vecinos que lo compraron.

Volver arriba (4) Además de tocar la guitarra en las fiestas, el tío Cholete fue sacristán y herrero en Torreandaluz.

Volver arriba (5) Como curiosidad, adjunto la credencial de concejal electo de mi bisabuelo Andrés Bravo.

Información cedida por Justo Martínez Bravo